Yo sé de primera mano las dificultades que se viven siendo emprendedor en algo tan bonito y tan menospreciado que es la artesanía. Idas y vueltas infinitas hasta que en un momento te das la cuenta, que los números no te sales… otra vez.
El propósito del laboratorio es enseñarte y dejar a tu disposición herramientas, para que tu no pierdas tanto tiempo y dinero como yo y que consigas más rápidamente los propósitos de tu artesanía.
Al fin y a cabo nuestras habilidades cuentan y merecemos poder vivir dignamente de ellas.
La diferencia entre la afición y el negocio es que el segundo te gana dinero mientras el primero lo gasta. Te enseño, paso a paso, cómo organizarte para poder vivir de tus creaciones con tranquilidad.